Tendinopatia del tendón de Aquiles ¿Qué evidencia hay?

La tendinopatia del tendón de Aquiles es una de las patologías más comunes del deportista, especialmente en disciplinas como carreras de media y larga distancia y saltadores donde se estima que representa entre un 6-17% del total de lesiones deportivas.

La clínica suele comenzar con dolor en el tendón que aparece al finalizar la actividad física y que puede ir progresando hasta incapacitar la práctica deportiva. Además se suele acompañar de edema y de dolor a la palpación del mismo. Como pruebas complementarias la ecografía y en caso de dudas diagnósticas la RM.

En cuanto al tratamiento hay multitud de opciones disponibles, si bien muchas de ellas, pese a su amplia difusión, adolecen de falta de evidencia clínica en cuanto a su supuesto efecto positivo. En general el tratamiento inicial será conservador, y solo en los casos en los que pasados 6 meses no haya progresado la enfermedad, se valorará la posibilidad de tratamiento quirúrgico.

Las opciones de tratamiento conservador disponibles son:

  1. AINEs (ibuprofeno, dexketoprofeno, diclofenaco...): no hay evidencia para recomendarlos. Solo ciertos estudios muestran un efecto modesto en el control de los síntomas en el corto plazo. Ademas este mismo efecto analgésico puede llevar al deportista a ignorar sus síntomas, lo que puede ocasionar más daño y un retraso en la resolución de la lesión.
  2. Descanso: no hay evidencia para recomendarlo. De hecho, ensayos clínicos recientes muestran que es seguro para los deportistas continuar con su actividad física.
  3. Crioterapia: no hay evidencia de que sea eficaz en deportistas con tendinopatía aquílea
  4. Ejercicio excéntrico: hay suficiente evidencia para recomendarlo. Además no se han observado efectos adversos del mismo.
  5. Ortesis y vendajes: muy poca evidencia de que su uso aporte beneficios.
  6. Ondas de choque: se ha propuesto que las ondas de choque de baja energía favorecen la resolución del edema de tejidos blandos suprimiendo la percepción de dolor. En estudios comparativos se ha visto que tienen la misma eficacia que el ejercicio excéntrico y que su uso combinado aporta mayores beneficios cada uno de los métodos por separado.
  7. Termoterapia: el calor estimula el proceso biológico de reparación facilitando la extensibilidad del tendón, reduciendo la rigidez muscular y articular, y mejorando la vascularización del tendón, lo que facilita la eliminación de productos celulares de deshecho. Ensayos clínicos recientes apuntan en esta dirección.
  8. Terapia con ultrasonidos: no hay evidencia suficiente para recomendarlos.
  9. Parches de óxido nitrico: un ensayo clínico muestra su eficacia en el tratamiento de la tendinopatia aquella. Si bien son necesarios mas estudios para recomendar su uso.
  10. Infiltracion de sustancias: estudios recientes muestran que la combinación de infiltraciones de PRPs o corticoides y anestésico local, con ejercicio excéntrico es más eficaz que el ejercicio excéntrico de manera aislada.
Las opciones de tratamiento son numerosas y muchas de las clásicamente consideradas de primera linea no tienen evidencia suficiente para su recomendación. De esta manera seria razonable comenzar el tratamiento con un programa adaptado de ejercicio excéntrico y termoterapia local. Si no respondiera, ondas de choque o parches de oxido nítrico. Y si aun así no fuera eficaz añadir la infiltración local peritendinosa.


Fuente: N. Maffulli, et al., Achilles tendinopathy, Foot Ankle Surg (2019), https://doi.org/10.1016/j.fas.2019.03.009

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